Fernando Lobillo, el aceite de lentisco y la rabia de los garbanzos

En el número 110 del Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los párrocos, una persona llamada Fernando María Lobillo de Andrade hacía desde Ubrique algunas recomendaciones sobre cómo tratar la enfermedad del garbanzo conocida como rabia y, por otra parte, recomendaba encarecidamente el uso del aceite de lentisco, que conceptuaba mucho mejor que el de oliva para determinadas aplicaciones.

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Empiezo por lo segundo copiando literalmente lo que decía Lobillo sobre las virtudes de dicho aceite:

clip_image006Mucho me espanto que habiendonos Vms. demostrado los muchos frutos oleaginosos de que se puede extraer esta apreciable materia [el aceite], hayan olvidado el que en mi concepto produce tanto aceyte ó mas que la aceytuna, que es el grano del lentisco, que segun las experiencias hechas en el año próximo pasado con el motivo de la carestía del aceyte en la Puebla de Santa Maria de Guadalupe [futuro El Bosque], jurisdiccion de las quatro Villas de la Serranía .de Villaluenga, Reyno de Granada , por el Beneficiado de la misma, y Nicolas Romero de la propia vecindad, produce cada fanega de esta semilla cerca de tres quartos de arroba de aceyte, del que me persuado se remitiria á esa Corte una botella que llevó el Señor Marques de la Candía, Corregidor de Ronda, y ademas me hallo informado que en las Ciudades de Ecija y Cordoba se estuvo vendiendo este aceyte á precio de sesenta reales la arroba, quando valía á ciento el de las olivas : El método de sacarlo es lo mismo que el de la aceytuna : el arbusto que produce este grano es tan comun en la Andalucia, que por lo regular, todo monte baxo se reduce á lentiscos, y por esta razon no tiene mas costo su primera materia, que el coger su simiente, que es demasiadamente abundante:·y aunque su mordacidad no permita comerlo, suple para las luces, xabon y fabricas de paños, que consumen muchísimas arrobas del de olivas; en cuyo concepto, teniéndolo Vms. por bien podrán publicarlo, y mandar á su servidor.

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clip_image012 El lentisco, efectivamente, contiene una resina que es la principal responsable de su característico olor. Una publicación del CSIC da mucha información sobre los usos históricos del lentisco, y entre ella figura que en el siglo XIX en algunos sitios se usaba el aceite que se obtenía de los frutos para el alumbrado. Plinio nos transmitió su uso como ingrediente de medicamentos, aunque advirtiendo de sus efectos astringentes. Él llamaba “almástiga” a la savia resinosa producida por el lentisco y le reconocía otras virtudes como las de ser tónico estomacal, carminativo y adecuada para “mezclar en dentífricos y cosméticos del rostro, […] masticada produce buen olor de boca, contrae las encías y confirma las pestañas caducas”. Siglos después, Isidoro de Sevilla dijo que “su fruto destila aceite y la corteza proporciona una resina que se conoce con el nombre de mastic”. Efectivamente, los troncos de algunas variedades producen un látex llamado almáciga o mástique que es una goma aromática. Pero también se puede destilar de la planta un aceite esencial característico rico en hidrocarburos mono y sesquiterpénicos.


Cómo curaba Lobillo la rabia del garbanzo

Y ahora vamos con el otro asunto que trató Lobillo: la llamada rabia del garbanzo. Según la Cátedra de Fitopatología de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), la rabia del garbanzo la causa el hongo necrotrófico Ascochyta rabiei, que lo transmite la semilla, aunque los restos de tejidos enfermos que quedan en el campo como rastrojos también constituyen inóculos primarios. Después sucede una infección secundaria por la esporas que libera el patógeno. Ciertas condiciones climáticas favorecen su propagación, y especialmente las que se dan en Ubrique en algunas épocas del año: días nublados y húmedos con temperaturas nocturnas de unos 10 oC y diurnas de unos 20 oC. La enfermedad se manifiesta generalmente con más intensidad en el momento de la floración. Se ven afectadas las hojas, los foliolos, los tallos, los peciolos… El único tratamiento es preventivo y químico.

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Pero a finales del siglo XVIII los conocimientos de micología y sobre tratamientos fitosanitarios efectivos eran escasos o nulos. De hecho, Lobillo creía que el causante de la enfermedad era un insecto. El caso es que él aseguró que curaba la rabia de sus garbanzos y explicó cómo lo conseguía:

SEÑORES EDITORES: Veo en el Semanario num. 99, los deseos de Don Juan Marcos Serrano sobre encontrar remedio para que no le rabien sus garbanzales : en nuestra Andalucia es muy comun en ellos esta enfermedad, que se reduce á ciertos insectos , que pegandose á la cascara de la raíz la roe , impidiendo que el lefas se le comunique, lo que se executa con tanta aceleracion, que si hoy se vé una mata dañada, á la mañana siguiente se vé yá extendido el daño á úna capa de tierra, y de aquí sigue hasta perderlo todo, aun quando sean muchas fanegas. Esta enfermedad, que nosotros llamamos acentellarse, la he visto carada, y la he curado con mucha facilidad y sencillez, consistiendo únicamente su remedio en traer varias cargas, segun lo necesite el terreno, de cogollos de adelfa, é irlos hincando en la tierra á distancia de una vara, ó poco mas, los unos de los otros, y se vé palpablemente, que cesa inmediatamente toda la calamidad, y procediendo con alguna especulativa en este particular, conceptuo, que llegando el insecto á morder el cogollo de la adelfa, inmediatamente fenece por la fortaleza de ésta; en fin, lo he visto por experiencia y por la misma razón lo he executado, y he libertado de esta epidemia á mis garbanzales.

Sobre quién era Fernando María Lobillo de Andrade, no lo sé. Probablemente era sacerdote, ya que los destinatarios de la revista eran los párrocos de los pueblos, según se lee en su título. Una década más tarde hubo un cura Lobillo (o Lovillo) que dirigió una partida de guerrilleros en la Guerra de la Independencia, pero creo que su nombre era Alonso. Tal vez fueran parientes…

Imágenes: פארוק – CC BY-SA 3.0, vitalaromaterapia.com; LIVING LIBATIONS; Alltec BIO; Cátedra de Fitopatología (unc.edu.ar)

J. M. G. V.

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