El arquitecto Ventura Rodríguez redactó en 1783 un proyecto de iglesia para Ubrique, probablemente la de San Juan de Letrán

El arquitecto Ventura Rodríguez pintado por Goya en 1784

En el número 5 (2006) de la revista ubriqueña Papeles de Historia aparece un artículo sobre la vicisitudes de la ermita ubriqueña de San Juan de Letrán que escribió Alejandro Pérez Ordóñez poco antes de la última restauración del edificio. En su trabajo, Alejandro se refiere tanto a hechos bien conocidos relativos a este antiguo templo de inusual planta octogonal como a enigmas que quedan por descifrar. Uno de ellos es la autoría.

Ermita de San Juan de Letrán tras su reciente restauración y conversión en Centro de Interpretación de la Historia de Ubrique (Foto: Andalucía Rústica)

Estado de la iglesia de San Juan de Letrán en los años 90 (Foto: Papeles de Historia).

En realidad, probablemente quepa hablar de al menos dos autores, ya que, siguiendo a Fray Sebastián, el edificio original data de principios del siglo XVII pero fue derribado para ampliarlo y reedificarlo en el siglo XIX. Alejandro Pérez estima que esto debió de ocurrir en torno a 1815 o poco después.

Pues bien, este artículo de Papeles de Historia contiene una nota a pie de página que dice así:

Manuel Cabello afirma que una tradición atribuye la paternidad de esta iglesia nada menos que a Ventura Rodríguez, el gran arquitecto del barroco academicista español.

Cuando la leí saltó una chispa entre las (escasas) neuronas que guardan mis recuerdos y tuve la vaga impresión de que en algún sitio había visto yo antes conectado el nombre de Ventura Rodríguez con el de Ubrique. Dejé estar el asunto, pero el otro día, por casualidad, como si se saliera solo de un cajón, me vino a las manos un documento que contenía la pieza de información que había quedado perdida en mi memoria. Se trata del número de La Ilustración Española y Americana del 30 de diciembre de 1898.

En esta revista, dentro de un artículo panegírico sobre Ventura Rodríguez, se puede leer:

[…] no solo la Corte de España, sino [un buen número de pueblos y ciudades], Ubrique […] y otras localidades conservan como verdaderos tesoros los estudios y planos, y muchas las obras del gran proyectista, del delineante sin igual.

Antes de seguir, me detendré un poco en el personaje. Buenaventura Rodríguez Tizón, más conocido como Ventura Rodríguez, nacido en Ciempozuelos en 1717 y muerto en Madrid en 1785, está considerado el mejor arquitecto español de su época junto a Juan de Villanueva. En Madrid, su nombre es extraordinariamente popular… aunque quizá sea porque una estación del metro de la capital lleve su nombre.

Frivolidades aparte, solo por haber firmado obras como la capilla del Palacio Real de Madrid, la fachada de la catedral de Pamplona o la fuente de Cibeles, el nombre de este arquitecto hijo de albañil, situado artísticamente a caballo entre el barroco y el neoclasicismo, merece pasar con todos los honores a la historia del arte.

Enseguida me puse a indagar sobre esa supuesta relación entre Rodríguez y Ubrique. Y he podido comprobar que, ciertamente, existe. Eugenio Llaguno y Juan Agustín Ceán lo explican sucintamente así en su obra Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su Restauración (de 1829):

En 1783 [Ventura Rodríguez levantó] los [planos] de la [iglesia] de Ubrique, diócesis de Málaga, también de cruz latina y de orden dórico, con su frontispicio y dos torres en la fachada.

En aquella época, por orden de Carlos III, todas las obras civiles o eclesiásticas que se proyectaran en España tenían que recibir el visto bueno de la Comisión de Arquitectura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, así es que si Ventura Rodríguez redactó un proyecto para Ubrique, este debería haber sido estudiado por dicha Comisión. Y así fue, efectivamente: en el acta número 21, del 6 de junio de 1787, encontramos que se trató lo siguiente:

Dos dibujos con oficio del Secretario de la Cámara de Castilla para construcción de la Iglesia Parroquial en la Villa de Ubrique, reino de Granada. El primer dibujo dado por el Maestro mayor del Obispado de Málaga, fue remitido a informe del Arquitecto mayor de Madrid Don Ventura Rodríguez, quien propuso otro dibujo arreglado valuando su coste en 121.000 reales. La Cámara pidió su dictamen a la Academia en cuanto a la elección de dibujo y de Facultativo que dirigiese la construcción de aquella iglesia. La Junta hecho el cotejo de los dos proyectos aprobó en todas sus partes el de Don Ventura Rodríguez, proponiendo para constructor al mismo Don Juan Antonio Munar elegido por aquel Arquitecto; y en su defecto a Don Francisco Quintillán y Lois con las mismas asignación y facultades.

 

Juan Antonio Munar era un discípulo o colaborador de Ventura Rodríguez que hizo varias obras en Almería (como el claustro de su catedral, concluido en 1795, y la reconstrucción del templo parroquial de San Pedro, en 1800), y también en su provincia (como la iglesia de Olula del Río, entre 1780 y 1789, proyectada por Rodríguez).

En cuanto a Francisco Antonio Quintillán Lois, otro discípulo de Rodríguez, está documentado que tiene una clara conexión con Ubrique, como propongo en este otro artículo.

Iglesia de Olula del Río, de Rodríguez y Munar (Wikanda)

Pero, ¿a qué “iglesia de Ubrique” se refieren estos documentos?

Thomas F. Reese es un especialista americano en la obra del arquitecto español que plasmó sus investigaciones en su tesis doctoral The architecture of Ventura Rodríguez (leída en 1973 en la Universidad de Yale). Reese quiso rastrear la presencia de Ventura Rodríguez en Ubrique estudiando las posibles huellas del proyecto de este en la actual parroquia. En la última página de su tesis escribe esto:

Nuestra Señora de la O en Ubrique (1783). Rodríguez preparó en 1783 un proyecto para la iglesia de Nuestra Señora de la O en Ubrique (Cádiz) en la diócesis de Málaga. De acuerdo con Llaguno-Ceán, era una iglesia de cruz latina de orden dórico y fachada de dos torres. La actual iglesia de cinco naves [sic, “five aisled church”], las cuales están formadas de arcadas con pilastras dóricas revestidas con paneles, no es de Rodríguez. Los archivos informan de que la iglesia estaba en ruinas en 1802 y que el culto fue trasladado a San Antonio hasta 1809. La iglesia actual fue remodelada incluso en mayor extensión en 1869. No queda ningún rastro de las intenciones de Rodríguez.

Interior de la iglesia de Nuestra Señora de la O, actualmente en restauración (Foto panorámica de Ángel Pablo)

Fachada principal de Nuestra Sra. de la O

Pero, ¿qué le hizo a Reese creer que el proyecto de Ventura Rodríguez (uno de sus últimos, pues murió en 1785) iba destinado a esa iglesia en concreto? Creo que Reese se equivoca de todas, todas. Pienso que el diseño del arquitecto español al que se refiere el acta de la Real Academia que he transcrito podía ir destinado a la edificación de una iglesia de nueva planta o a la reparación de alguna ya existente, pero opino que la menos plausible es precisamente Nuestra Señora de la O, que llevaba edificada un siglo y medio (por Pedro Díaz de Palacios) y que fue restaurada poco antes, en torno a 1775. ¿Qué objeto tenía una nueva restauración menos de una década más tarde? Además, su estructura nada tiene que ver con la descripción de Llaguno y Ceán, como el mismo Reese admite.

Entonces, si no se trataba de Nuestra Señora de la O, ¿podría pensare en San Juan de Letrán? Téngase en cuenta que, según nos cuenta Alejandro Pérez en su artículo citado, el edificio está claramente incompleto. ¿Podríamos pensar que le faltan las dos torres de las que hablan Llaguno y Ceán? Obsérvese la fachada de la iglesia de San Juan en esta recreación con AutoCAD realizada por Manuel Castro Rodríguez:

Actualmente la fachada carece de esas dos especies de cimborrios que se observan, pero la estructura de los laterales de la fachada ¿no invita a “verlos” prolongados mediante sendas torres?

Obsérvese en la siguiente foto la iglesia de Alomartes (Granada), un proyecto de Domingo Antonio Lois de Monteagudo (tío de Francisco Quintillán Lois) revisado por Ventura Rodríguez. ¿Sería ese más o menos el resultado pretendido por Ventura Rodríguez para su iglesia de Ubrique “con frontispicio y dos torres”? Y, por otro lado, ¿sería ese más o menos el resultado pretendido por quien (fuera quien fuere)proyectó la inacabada iglesia de San Juan de Letrán?

(Todopueblos.com)

En cualquier caso, estas meras conjeturas hacen que cobre más significado lo que dejó escrito Manuel Cabello Janeiro al respecto en sus obras Ubrique, encrucijada histórica (pág. 302) y Ubrique, piel al descubierto (pág. 112):

  Fragmentos de Ubrique, encrucijada histórica (pág. 302) y Ubrique, piel al descubierto (pág. 112), de Manuel Cabello Janeiro.

Cabello da muestras de nuevo de que con sus investigaciones supo penetrar en las oscuridades del tiempo ubriqueño. En este caso, detectó una relación entre Ventura Rodríguez y Ubrique que, desde luego, existió. Este sería un ejemplo de la verosimilitud del dicho “Cuando el río suena, agua lleva”. Y todo esto confirma la opinión que siempre he tenido de Cabello: que sabía un montón de la historia de Ubrique. Además de haber adquirido una gran erudición en este campo, tenía virtudes que revelaban sus dotes innatas de buen historiador: una curiosidad insaciable, un tesón sin desmayo y una gran intuición.

Por otro lado, Cabello cree que San Juan de Letrán fue restaurada en torno a 1800, año que no queda muy lejos de 1787, que fue cuando la RABASF encargó a Munar que ejecutara el proyecto de iglesia en Ubrique. (No parece plausible que esta iglesia fuese reparada más tarde de 1810 porque ese año fue quemada por los franceses y, según Fray Sebastián, desde entonces no se volvió a practicar el culto en ella).

Elucubremos un poco más. La fachada de San Juan de Letrán está claramente inspirada en la de la iglesia de Sant’Andrea, en Mantua, obra del arquitecto italiano Leon Battista Alberti (1404-1472), como se puede comprobar en la foto anterior. Pues bien, resulta que Ventura Rodríguez era un admirador de Alberti, como lo muestra, por ejemplo, el hecho de que el interior de la mencionada iglesia de Olula del Río (proyectada por Rodríguez en 1780) semeja la iglesia de San Sebastián del maestro italiano, ubicada también en Mantua, según asegura Thomas Reese (op. cit., vol. I, pág. 267).

Otra curiosidad: Ventura Rodríguez parece que sentía cierta atracción por la forma octogonal. Lo prueban obras suyas como el remate cupulado de la torre de la Catedral de Murcia o la planta de la Real Capilla del Santuario de San Pedro de Alcántara, en Arenas de San Pedro. Aunque solo sea por divagar, me hago una doble pregunta: ¿la planta del primer edificio del San Juan ya era octogonal en su primera etapa constructiva? Si así fuera, ¿cabe pensar en que esa característica suscitara el interés de Ventura Rodríguez y lo moviera a proyectar su reconstrucción?

Santuario de San Pedro de Alcántara

En cualquier caso, creo que estos datos arrojan nuevas luces sobre la historia de Ubrique del último tercio del siglo XVIII y principios del XIX que incitan a la profundización en la investigación para recuperar nuestra memoria histórica. En esa época se emprendía la reconstrucción de la iglesia de San Juan de Letrán, se edificaba la ermita de San Pedro (1801, obra de Miguel de Olivares, académico de la RABASF), se construían el Ayuntamiento (1805), se descubrían las lápidas del Salto de la Mora (1795), el Beato Diego alcanzaba su apogeo como orador católico (murió en 1801), el escultor ubriqueño José Fernández Guerrero –miembro supernumerario de la RABASF desde 1778– creaba sus mejores obras… Y los franceses entraron en Ubrique y se complacieron en destruir medio pueblo (1810). Pero esa es otra historia.

 Ubrique a finales del siglo XVIII

Bibliografía

• Alejandro Pérez Ordóñez: La iglesia de San Juan de Letrán. Estudio histórico-artístico de un monumento singular de Ubrique. Papeles de Historia nº 5 (2006), pág. 63.
• Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Comisión de Arquitectura, acta nº 21, de 6 de junio de 1787.
• Manuel Cabello Janeiro: Ubrique, encrucijada histórica (1987), pág. 201.
• Manuel Cabello Janeiro: Ubrique, piel al descubierto (1992), pág. 112.
• Eugenio Llaguno y Juan Agustín Ceán: Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su Restauración (1829), tomo IV, página 254.
• Thomas F. Reese: The Architecture of Ventura Rodríguez, 2 vols.  New York: Garland Publishing Inc., 1976.

J. M. G. V.

P. S. Según un artículo titulado Descripción de la villa de Ubrique publicado en el tomo IV de la Minerva de la Juventud Española (1834) «Tiene una parroquia titulada nuestra señora de la O […]. Tiene este pueblo una hermita de san Sebastián que se edificó en 1604. Otra de san Juan que se labraba en 1665. Otra de san Antonio que se edificaba en 1729. Otra del Calvario que se edificaba en 1743, y otra de san Pedro edificada en 1803. Tiene un convento de padres capuchinos, edificado en 1666…».